En los últimos tiempos los expertos se han dado cuenta de que además de un símbolo espiritual y ritual, también pueden utilizarse en la educación de los niños ya que tienen múltiples beneficios:
1 - Pintar o colorear mandalas ayuda al niño a potenciar su capacidad de atención y concentración.
2 - Fomenta el control y el dominio del cuerpo, sobre todo de la motricidad fina lo que favorece la capacidad de escritura, dibujo, de manipular objetos...
3 - Desarrolla la paciencia: colorear un mandala requiere de tiempo, tranquilidad y, sobre todo, paciencia para ir dando color a las múltiples formas y figuras de su interior.
4 - Ayuda al tratamiento de TDAH; colorear mandalas les ayuda a mejorar su concentración y su capacidad de atención.
5 - Estimulan la creatividad y la imaginación del niño.
6 - Ayudan a la formación de la inteligencia y el razonamiento.
7 - Baja el nivel de estrés; durante el tiempo que el niño pinta un mandala se le puede poner música de fondo para que el efecto relajante y calmante sea aun mayor.
8 - Anima a los niños a superar retos y desafíos
No hay comentarios:
Publicar un comentario